Su mejor vida no es ahora

Joel Osten, Su mejor vida ahora (Lake Mary, Florida: Casa Creación, 2005). ISBN 978-1591854807. 295 páginas. 9,68 EUR.

Los libros de autores malos o pésimos no suelen llegar a mis manos, pero ocasionalmente algunos libros lo consiguen. Es el caso que quiero comentar hoy.

A finales de 2014, un autor pseudo-cristiano publicó un libro que fue éxito de ventas número 1 del New York Times por más de 200 semanas y que ha vendido más de 4 millones de copias. El autor se llama Joel Osten y el libro se titula Su mejor vida ahora: Siete pasos para vivir a su máximo potencial. En él se presentan siete pasos que supuestamente nos conducirán a una vida de victoria, gozo y satisfacción para siempre.

Tiene que aprender a rechazar esos pensamientos negativos y verse como Dios lo ve: como un ganador, un vencedor. Él ve que usted bien puede. Si usted quiere que las circunstancias de su vida mejoren, primero tiene que ver que cambian con sus «ojos de la fe». Tiene que verse como alguien contento, realizado y exitoso, viviendo una vida de vencedor.

El éxito del libro evidencia una profunda necesidad en el hombre por encontrar un sentido a su vida. Es de esperar que aquellos que no conocen la Biblia aplaudan sus enseñanzas, sin embargo es sorprendente que también algunos cristianos se encuentren atraídos por ellas. Los autores lo saben, así pues escriben libros de autoayuda enseñando a sus lectores a encontrar la felicidad mediante técnicas de autosugestión y psicología barata. Joel Osten es uno de estos autores, un predicador del falso evangelio de la prosperidad que está más preocupado por la vida aquí y ahora que por la vida futura en la eternidad. A Joel Osten le preocupa la salud, la prosperidad, el éxito, las riquezas, las comodidades y la influencia; cosas que la gente del mundo quiere y cosas que, según Joel Osten, ofrece Dios. Nada más lejos de la realidad. Así pues, muchas personas son engañadas con enseñanzas contrarias al verdadero mensaje que proclama el Evangelio. Los cristianos que sucumben a ellas, evidencian una profunda inmadurez espiritual ya que dejan de lado la Biblia en favor de estos libros “cristianos”. Libros que se centran en el hombre, en sus emociones y en la exaltación del individuo. Todo ello aderezado con autores que —en plena portada y orgullosos de sus brillantes dientes— se creen una estrella de hollywood.

Por el contrario, el Evangelio genuino ofrece al hombre bajo convicción de pecado: perdón, gracia, misericordia, esperanza y cielo. Jesús dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.» (Lc 9.23-24). Para un verdadero cristiano la vida terrenal es una vida transitoria caracterizada por no pocas dificultades y problemas. De manera que su mirada no está en las cosas de este mundo, sino en la herencia que Cristo tendrá para los suyos: «una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos» (1 Pe 1.4). Para un verdadero cristiano el único libro que le ofrece verdadero sentido a su vida es la Biblia. En ella encuentra advertencias sobre las dificultades de la vida, pero también instrucciones para perseverar en medio de las dificultades. Personalmente, no espero que mi mejor vida sea aquí y ahora, espero que mi mejor vida sea después que ya no esté aquí

En fin, volvamos al inicio de todo esto. El libro no merece la pena.